Primera receta: galletas Royal Shortbread

Síiiiiiiiiiiiii Ya está. Por fin me he decidido.¡¡¡Qué difícil!!!


Pero, ya está, voy a inaugurar mi blog con la receta de las galletas Royal Shortbread.


Todavía no he recorrido mucho camino en este adictivo mundo de la repostería. De hecho, estoy recién aterrizada, como quien dice. Pero, desde este verano que descubrí los cupcakes de la mano de Heidy y el fabuloso blog de Alma, Objetivo: cupcake perfecto, (un must para tod@s los que os gusten los cupcakes) y el de las hermanas García de Vinuesa, Muy Dulce Vinuesa (imprescindibles sus galletas), estoy como abducida horneando todas las semanas buscando excusas para no parar...

Mis primeras galletas Royal Shortbread

Y, de todo lo que estoy descubriendo, por fin me he decidido por las galletas Royal Shortbread para estrenar el blog.


¿Por qué? Porque son IMPRESIONANTES!!!


Algo deben de tener porque a mi marido, que no es nada dulcero, le han cautivado. Y no digamos a mi suegra...


Vamos con la receta.

ROYAL SHORTBREAD

Ingredientes:

225 g mantequilla.

60 g azúcar glass.

1 cucharadita de extracto de vainilla.

260 g harina.

50 g chocolate negro.

 

Elaboración:

Sacar la mantequilla un buen rato antes de empezar a hacer la masa para que esté a temperatura ambiente y no esté dura. Batirla hasta que quede pastosa.

Echar el extracto de vainilla e integrarlo en la masa.

Ir añadiendo el azúcar glass y la harina tamizados para que quede más fino hasta conseguir una masa homogénea. Queda un poco pegajosa.

Extender la masa, envolver en papel film y meter en la nevera. Dejar que enfríe, por lo menos, una hora y media.

 

Para hacer las galletas, lo primero es precalentar el horno a 180º. 

Espolvorear harina en la mesa y en el rodillo para que no se pegue la masa.

Para conseguir que todas las galletas tengan una altura parecida, el truco consiste en poner dos listones de unos 6 mm a los lados de la masa sobre los que deslizar el rodillo. Cortar la masa con la forma deseada e ir colocándola en la bandeja del horno forrada con papel de plata.

Hornear las galletas unos 10 minutos a 180º (hasta que los bordes se empiecen a dorar).

Sacar la bandeja del horno. Dejar enfriar 5 minutos y pasar las galletas a una rejilla para que terminen de enfriarse.

Derretir el chocolate negro y bañar la mitad de las galletas. Escurrir para que caiga el exceso de chocolate y dejar secar.

Para que las galletas se conserven bien, hay que guardarlas en una caja o tupper bien cerrado.

Y, hasta aquí llega mi primera entrada.

Muchas gracias por leerme!!!  ;-)